No hay peor bronca que la que se te arma cuando dejas a tu amiga plantada… ya sea que hayan quedado en ir al spa, de compras o al cine, suele armarte un mega drama, pero nada se compara con dejarla plantada en una cita para ejercitarse juntas. ¿Se te ha ocurrido dejarla plantada para ir al club? Seguramente te estás cuestionando por qué no debes siquiera pensar en faltar a ese date y aquí te van las respuestas.
Siempre creemos que entrenar de manera individual es la manera más sencilla de alcanzar nuestros objetivos, pero ¿te has planteado la posibilidad de entrenar acompañado? Este puede ser el plus que le hacía falta a tu entrenamiento y el secreto está en algo muy sencillo llamado motivación. Si entrenas acompañado, nunca podrás saltarte una vuelta, ni ahorrarte una repetición, tampoco podrás bajar el ritmo ¡y por supuesto que no podrás saltarte ni un día de entrenamiento!
Además de tener a alguien con quien ir midiendo tus avances, estar acompañado puede aumentar la seguridad de tu entrenamiento. En el momento más complicado, un spotter o alguien que esté apoyándote podría salvarte de lesionarte o quedarte anclada en las últimas repeticiones, además de que estará ahí para alentarte a terminar tus series completas.
Notarás que el nivel de exigencia aumentará, debido a que comenzarás a competir con tu partner, y no estará nada mal, al contrario, centrará tu entrenamiento de tal manera que obtendrás mejores resultados.
Además de resultados óptimos, entrenar acompañados reforzará la relación existente, ya que no solo entrenan, sino platican, ríen y se motivan uno al otro; además de poder hacer ejercicios en pareja que antes no podías hacer.
Tus intenciones por probar cosas nuevas aumentarán, ahora no tendrás ese extraño miedo que te invade cuando quieres probar una actividad diferente, querrás probar nuevas clases y qué mejor forma que hacerlo que compartiendo la experiencia.