Si lo tuyo no es precisamente el gimnasio y prefieres algo más movido para quemar las calorías que ganaste el fin de semana, tal vez una raqueta y una pelota de caucho se volverán tus mejores aliados y te ayudarán a despedirte de esos centímetros de más. Estos elementos siempre serán necesarios en una partida de squash, que aunque no lo creas, es uno de los mejores deportes gracias a los beneficios que te proporciona.

Antes de platicarte los detalles sobre lo que el squash puede ayudarte a hacer con tu cuerpo,  debemos decir que es un juego que centra su actividad en rebotar una pequeña pelota a cierta altura en la pared hasta que alguno de los dos jugadores falle o deje de golpearla, se juega por sets y puede ser individual o en equipo.

Te sorprenderá saber que aunque  es uno de los deportes más saludables, también se trata de una disciplina de alto impacto, donde correrás bastantes metros a gran velocidad, requerirás de fuerza en brazos y necesitarás de mucha agilidad y concentración. Al ser muy rápido e intenso, tu mente estará siempre activa creando una estrategia para obtener puntos con decisiones rápidas y eficientes.

El squash es un juego de ir y venir ya que te la pasarás de un lado al otro de la cancha intentando alcanzar cada una de las pelotas que te ayuden a sumar puntos, es por ello que puedes quemar alrededor de 900 calorías en solo una hora de juego, algo un poco más complicado de lograr en una caminadora.

La coordinación juega un papel muy importante en este deporte debido a que el movimiento de ojos y manos es súper rápido; en el squash nunca puedes perder el ritmo, o te irás con una derrota en el set.

No olvides calentar antes de comenzar a jugar, así como enfriarte y estirar al terminar; recuerda siempre evitar exponerte a cualquier clase de lesión y evita tener que hacer un stop en tu entrenamiento.