“Jab, jab, gancho” estos son los movimientos que forman parte de los minutos más largos en una clase de box, pues si alguna vez te has puesto los guantes y te ha tocado un buen contrincante, sabrás que los minutos del round se pueden sentir como si fueran eternos. Y aunque no es como que te estés preparando para ser el próximo campeón del mundo – o quien sabe, en una de esas sí-, la transición del gym al ring es otra cosa.
Si lo que quieres es ponerte a sudar como no imaginas, además de ponerte en tu mejor forma, el box seguro será una de tus actividades favoritas.
El boxeo es una disciplina que combina elementos como coordinación, velocidad y resistencia; más allá de un cuerpo fit, podrás notar que ya no te faltará el aire al subir las escaleras y empezarás a desarrollar una mayor resistencia física. Practicando constantemente el box, también tonificas y fortaleces tus extremidades mientras tiras golpes y te desplazas por todo el ring tratando de dar alcance a tu oponente.
A su vez, tus reflejos aumentarán y el balance se convertirá en un elemento que no te faltará nunca, mientras que tendrás más confianza y seguridad para esquivar o defenderte de algunos peligros con los que puedas toparte en tu día a día.
Recuerda que en las clases no hay contacto, por lo que los riesgos de lastimarte son mínimos, y si acudes de dos a tres veces por semana, notarás cambios importantes en tu físico.
Si aún no conoces más sobre esta actividad, te invitamos al torneo de Box y AMM (Artes Marciales Mixtas) Sportium el próximo 25 de mayo en la Arena López Mateos, y descubre lo apasionante que es, así que es momento de ponerte los guantes y empezar a entrenar.